jueves, julio 26, 2007

The Fat Returns

Con una película que me encanta (the cat returns) hoy, con los kilitos de más de mi visita a españa, me he decidido a escribir de nuevo.

Nada importa, todo importa.

Tener un corazón, haberlo perdido, todo es uno y lo mismo.

Puede uno sufrir una sobredosis de melancolía pensando en el pasado, y bien sabéis que soy propenso a tales excesos.

Tal vez fue una sobredosis, un Silencio por la paradoja de mi vida, un Grantrasgo que me volvió loco y ahora despierto para volver a estar solo, el último mes, ¿lo he soñado?

Tal vez solo el desorden mental ayuda a entender la realidad, porque no tiene sentido, porque no podemos conciliarla con nuestra lógica y tenemos que cuestionar el funcionamiento de la misma, al igual que zurdos en un mundo de diestros, hasta que no vivimos la incomodidad de la vida cotidiana no apreciamos la composición de la misma.

Emborracharse de normalidad, buscar una vida normal, una pareja normal, una inquietud normal, problemas normales para poder aplicar las soluciones normales.

Quiero sufrir cosas que nadie ha sufrido, poder vivir cosas que nadie ha vivido, quiero encontrar soluciones a problemas que nadie ha tenido y besar como nunca antes han besado.

Quiero tenerla entre mis brazos de nuevo, quiero tenerla lejos, quiero odiarla con pasión y amarla con desenfreno, llorar por ella, empacharme de ella.

Quiero volver a los sitios donde aún no he estado.

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