jueves, julio 21, 2005

Las nubes rosas en el cielo

Vulevo del cine, ocho de la tarde, los aviones pasando por el cielo parecen pajarillos a lo lejos, porqeu para mi irlanda está llena de cielo, un cielo azul, como cuando sueñas y te imaginas el cielo, es ese cielo tan azul. Colgando entre la inmensidad infinita están las nubes, nubes amarillas, grises, blancas y azulmarino y en los bordes las nubes rosas, las nubes rosas del atardecer.

No se porqué pero quiero llorar de felicidad, las cosas no son perfectas pero no me importa, hoy como cualquier otro día el cielo es precioso, quisiera poder guardarlo en papel de regalo y darselo a la gente que no ha visto mi cielo con nubes rosas ( hoy especialmente a Nepomuk que es su cumpleaños) a todas las personas que cuando sueñan no pueden ver ese cielo inmenso que me contempla cada dia.

Me llama Sara al movil y me dice que ha conocido a una chica japonesa y que me va a dar su movil para que hable con ella, yo digo que si a todo pero me muero de vergüenza por dentro, hace tanto que no intento siquiera hablar japones que me asusta, no creo recordar nada.

Hoy es un día hermoso, quiero escribir una poesía nueva, no como las anteriores que ya son viejas y llevan criando polvo mucho tiempo, pero las ganas de escribir algo bonito no son suficientes como para lograrlo, mis poesias son tristes, son tristes hasta cuando rien, porque javi tiene razón, no se ser feliz, he nacido para recordar cosas con nostalgia.

Al escribir estas palabras cierro los ojos, y puedo notar sus brazos como siempre, dandome cariño y animos con su voz de niño, esa voz que me perturba porque se que no es real, que esta ahí solo para que yo la oiga, cuando en realidad la carne ya se ha esfumado y ha sucumbido al misterio del gusano.

pésima poesía improvisada .

Aquí, bajo el mar del cielo
por costas verdes y vivas
en donde me he perdido,
ahi me encuentras niña mia.
Sentado en sillones viejos
cicatrizando la herida
de tu marcha y tu recuerdo,
veo tras las cortinas
tus labios de caramelo,
tus risas de agua bendita.

A mi oido carroñero
a mis ansias cainitas
es tu voz ácido y fuego
por los que perder la vida

¡como te he echado de menos!
¡cuanto te di por perdida!
Te dare nombre de nuevo
a ti mi melancolía,
a ti de mi alba lucero
a ti emperatriz marchita.

Esta noche cuando duerma
cuando me seduzca Orfeo,
buscame en las playas grises,
deja tu barco en el puerto.
camina por las arenas
donde te dije ¡te quiero!
y encuentrame en la vieja hoguera
junto a las brasas del fuego,
que estare esperando allí
a beber de tus venenos
a suplicar por tus brazos
a llorar por cada beso.

Despertaré en la mañana
con las marcas de tu cuerpo
pero tu ya estaras lejos.
Pero tu ya estaras lejos.

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